Pequeños perezosos

Se les adora o se les detesta, según el punto de vista de cada cual: afectuosos compañeros discretos y aterciopelados, o acaso taimados y perezosos aprovechados. Tienen una personalidad complicada, a veces imprecisa, llena de matices, poco transparente. Para intentar llegar a comprenderlos es necesario convivir con alguno de ellos, de otro modo prevalecen ideas preconcebidas, fantasiosas y misteriosos malentendidos. Son diferentes según el carácter, la raza y las experiencias que haya vivido, especialmente durante la infancia.
Los gatos no se dejan someter y si pueden eligen ellos al dueño. No obstante, el hombre ha conseguido seleccionar las razas a partir de los gatos comunes, pero la idea es reciente ya que el gato fue solo gato hasta el siglo XIX, cuando se celebró la primera exposición felina en el Crystal Palace en Londres.
En aquel momento la competición se limitó a dos concursantes: el persa y el british, sin embargo, en la actualidad se reconocen más de cien razas. En la fascinante búsqueda para conseguir una figura armoniosa, ya sea corpulenta o estilizada, oriental o común, las asociaciones felinas premian las iniciativas comedidas y frenan los excesos. Por un lado está el ejemplo del bengala, cruce entre un pequeño gato salvaje del sureste asiático. De todos los gatos, el de bengala son los que mas se parecen a los grandes felinos. En el origen de esta raza se encuentra un cruce entre el gato doméstico y al gato salvaje. La agilidad y la fuerza son característicos del gato de Bengala. El bengala puede tener el manto manchado o, como en este caso, rayado, pero la cola termina siempre en una punta negra.




El caso opuesto es el del sphinx, privado de pelo, de carácter afable y piel suave como la aterciopelada piel de una gamuza, pero que no puede sobrevivir si no es en una casa que disponga de una buena calefacción. La mutación que lo hace interesante perjudica, en cambio, su salud y también la de sus descendientes. Sinuoso y elegante, el sphinx tiene un aspecto misterioso y sorprendente. Los grandes ojos alargados, insertados en una cabeza perfectamente triangular coronada por pabellones auriculares aparentemente desproporcionados, dan a este gato un enigmático aspecto orientalizante. Los ejemplares de sphinx, que cuentan entre sus antepasados con los gatos sin pelos de los aztecas, nacen y mueren completamente desnudos. A pesar de que su aspecto produce un temor reverencial, los sphinx son buenos y pacíficos. Tenidos por desnudos, en realidad los sphinx están recubiertos de un fino y espeso pelaje que les preserva de la insolación. La aparente ausencia de pelo hace evidentes las características morfológicas de esta raza: extremidades posteriores más largas que las anteriores, cola larga y fina, y cabeza triangular. Los sphinx tienen almohadillas muy desarrolladas y largas extremidades que acentúan su originalidad.




Cada cual tiene su preferido: algunos desean ocuparse del manto sotisficado de los persas, de aspecto exótico y carácter dócil. Los persas son probablemente los gatos de raza más conocidos del mundo. Normalmente tienen el pelo largo y fino, que requiere continuos cuidados. Esta raza presenta unos rasgos específicos: ojos redondos, mejillas bien desarrolladas y hocico corto y ancho. Los gatos de esta raza son robustos y musculosos y tienen un porte aristocrático. La simetría del manto, evidente en el hocico de este persa, es una de las características irrenunciables de la variedad multicolor. Los persas descienden probablemente del gato de Angora, que llego a Europa en tiempos de los primeros viajes a Oriente. Del cruce, durante el siglo XIX, entre el angora y otros gatos de diferente procedencia se obtuvo la raza casi como la conocemos hoy. El manto alcanza su máximo esplendor en invierno. En cambio, con la llegada de la estación cálida la muda hace menos espeso y atractivo el pelo. Originariamente los persas eran blancos como sus antepasados de Angora. Varios cruces dieron lugar a los otros colores, pero el blanco continúa siendo el más valorado. Considerados injustamente perezosos, los persas son en realidad flemáticos e imperturbables, y tienen poca tendencia a pelear. Quizás a causa de su porte altivo, los persas fueron durante mucho tiempo los gatos preferidos por la aristocracia europea.





Otros se embelesan con el largo y espeso pelo de color humo del noruego, el gato de los bosques o gato elfo de los cuentos escandinavos, juguetón y simpático, que adora a las personas y reclama su afecto. El noruego, como todos los gatos de pelo largo, debería tener sus orígenes en un área geográfica situada entre la Rusia meridional y la antigua Persia. La calidad del pelo, espeso y suave, es una de las características de la raza. Incluso durante la muda, que realiza en la estación cálida, la suave y gran cola permanece sin cambios. De carácter pacífico, el noruego sabe ser vivaz y activo. Ama la libertad sin menospreciar el ambiente cálido de la casa. Los ejemplares de noruego son excelentes trepadores y disfrutan cazando.




Algunos prefiere la impertinencia del siamés, extrovertido, bullicioso y elegante.Un cuerpo esbelto y un manto difuminado representan, los elementos distintivos del siamés, una de las razas más conocidas y apreciadas del mundo. El siamés es capaz de manifestar grandes arrebatos afectivos en relación a sus dueños, hasta el punto de ser equiparado, en este aspecto, al perro. El pelo corto y sedoso de los siameses se difumina de manera inconfundible en los pies y en hocico.




El gato de raza tiene un aspecto y un comportamiento aristocráticos, aunque su árbol genealógico no es demasiado antiguo: no supera el siglo. Y en algo puede notarse; en efecto, el distinguido felino todavía no ha sido obligado por la historia a la disciplina que sólo las más antiguas familias poseen, y se se le da la libertad para actuar como prefiera, se empareja con quien quiere, de manera que en una generación, como máximo dos, vuelve a ser un gato común. El gato es siempre gato...


DIFERENTES TIPOS DE GATOS


Cuando yo era niña tenía una gata. Se llamaba Pisi y era negra. Era muy arisca pero me parecía adorable. Poco dada a dejarse acariciar y a las zalamerías, se mostraba digna, orgullosa y ronroneaba con moderación, sin exagerar, se se le acariciaba suavemente el mentón mientras permanecía adormilada en el sillón . Si no le apetecía se levantaba y se iba con aspecto irritado, pero después regresaba para ofrecerme sus presas, pobres ratones medio muertos: así se comportan los gatos cuando quieren tener un gesto de máximo homenaje, hacia su dueño, lo tratan como a un hijo al que hay que cuidar. Un día se escapó del patio de casa, en la ciudad y desapareció. Para consolarme me regalaron un gatito siamés con ojos azul celeste, afectuoso y bellísimo, casi más un perro que un gato; Mina lo llamé. Duro pocos meses: me lo robaron cuando todavía era pequeña. Después, un día un gato negro atravesó el patio y entró decidido en casa, como si ya supiese hacia donde quería ir. Quizás era la misma Pisi que había desaparecido hacía un año, porque se comportaba como si ya hubiese estado en ese casa, ya se sabe que los gatos no tardan en regresar si alguien los espera, y yo la esperaba. No es cierto que los gatos amen la casa y no sientan afectan por su dueño, simplemente sucede que no conocen el significado de la palabra "dueño".

los gatos son animales extremadamente independientes a quienes les gusta ser libres. De hecho, es muy difícil encontrar algún gato que obedezca directamente a su amo, ya que por el contrario de los perros, los gatos muchas veces suelen desafiar las órdenes que les da su amo, pero también debemos tener en cuenta que este tipo de casos solo se da en aquellas situaciones en donde los gatos no están del todo conformes con su amo, es aquí en donde podemos decir que se vuelven gatos salvajes. No obstante es fundamental que estos tipos de gatos no necesariamente deben atacar o rasguñar como muchas personas creen, por el contrario, difícilmente ataquen, simplemente les gusta hacer su vida sin que la misma tenga reglas a las cuales obedecer. Por otro lado existen otros tipos de gatos que también se definen por su carácter, de esta manera diremos que hay gatos cariñosos y obedientes, a quienes les fascina ser el centro de atención de sus amos, estos son conocidos como los gatos domésticos.

Espero que apartir de ahora, esto pueda desencadenar el deseo de recordar un afecto felino, o descubrirlo en el futuro, o somplemente el de encontrar un gato en la calle y detenerse, maravillado, a mirarlo.






María Feijóo Sebastián