Lo normal es elegir como mascota un gato, un perro, un roedor, un ave, mascotas que se pueden tener fácilmente en casa y que están bastante admitidas.
Pero existe otro tipo de gente, también amantes de los animales, que han elegido como mascota a un caballo.
¿Y qué supone tener un caballo como mascota? En vez de participar a un nivel medio-alto en competiciones equinas, el objetivo es tenerlo para disfrute propio, salir al monte, pasear y estar a gusto con él.
Podemos instalar al caballo en una hípica, donde se le ofrecen diferentes servicios básicos: un habitáculo donde vivirá, con unas dimensiones de 3x3 metros (sería más que suficiente). Allí le darán de comer 3 veces al día: 2 kg mañana – 2 kg. mediodía – 2 kg. noche, pienso y avena. Además, se le facilitará un bebedero automático, donde se refrescará él mismo cuando tenga sed.
Tareas diarias:
- Visitarle todos los días, aunque no sea para montar, ir a verle.
- Cepillarle.
- Limpiarle los cascos (que no cojan humedad, etc.).
- Si hay tiempo para montar, que se ejercite en el picadero, que no esté encerrado ya que se aburrirá.
Después de hacer ejercicio sudará y se ensuciará, con lo que habrá que bañarlo y secarlo, experimentando una sensación agradable de masaje, que le permitirá dormir y descansar mejor.
Con el tiempo, se establecerá una relación muy estrecha con el caballo después de todas las atenciones y cuidados que le dispensaremos, y sabrá cuándo le vamos a ir a visitar, reconociéndonos fácilmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario